Ni 18 millones, ni dos meses de obras, ponen fin a las filtraciones de la línea 7b

Ni 18 millones, ni dos meses de obras, ponen fin a las filtraciones de la línea 7b

La Cadena SER ha tenido acceso al último informe de la Consejería de Transportes donde alertan a Metro de que las últimas obras de impermeabilización no han servido para acabar con las filtraciones de agua, que se arrastran desde que Esperanza Aguirre inauguró esta ampliación

 

La línea de Metro 7b es la línea maldita de las filtraciones de agua. Año tras año, la Consejería de Transportes gasta varios millones de euros en tapar esas fugas, pero el problema persiste.

Por estas mismas fechas, hace justo un año, Metro decidió cerrar durante dos meses un tramo de la línea naranja "para impermeabilizar los túneles con una solución más contundente”, dice el pliego del contrato de las últimas obras de reparación. Pero esos trabajos también han fracasado. De poco han servidos los casi 2.7 millones de euros que la Consejería de Transportes ha pagado para reparar esas filtraciones de agua.

En un nuevo informe, al que ha tenido acceso la SER, la Consejería de Transportes comunica a Metro que el agua sigue colándose por los muros del túnel que une las estaciones de Hospital del Henares y Barrio del Puerto. En ese documento se aportan varias fotografías y se alerta de que las filtraciones “siguen afectando a la catenaria, al sistema de drenaje de la plataforma y al estado de limpieza de trenes”, a pesar de las obras realizadas.

La Consejería de Transportes ha enviado ya ese informe a Metro para que reclame “la reparación en garantía de la obra de todas las filtraciones y de la red de drenaje”. Las últimas obras se adjudicaron a la empresa IBEROVIAS. La Cadena SER se ha puesto en contacto con esta constructora, pero no han querido atender la llamada de esta emisora.

Un túnel ruinoso, con filtraciones

Desde su inauguración, en 2008, la Comunidad de Madrid se ha gastado ya más de 18 millones de euros, solo en luchar contra esas fugas de agua (que incluso provocaron grietas en varias viviendas de la zona). Esa inversión se suma a los 315 millones que costaron las obras de prolongación de esa línea de metro - se hicieron entre 2003 y 2007-.

El problema con las filtraciones surgió por una variación del proyecto inicial. El Gobierno de Aguirre decidió que había que llevar el metro al Hospital del Henares - que paraba en San Fernando-. Para lograrlo se decidió variar el trazado inicial. Y eso, supuso que había que horadar los túneles por otro terreno.

En los tribunales

La Comunidad de Madrid culpó a Dragados – la empresa que ejecutó el proyecto- de los errores, le abrió un expediente de responsabilidad patrimonial “por vicios ocultos" en el contrato de la línea 7b. El Gobierno aportó un informe de CEDEX y la opinión de los expertos geotécnicos contratados, donde alegaban que habían aparecido incidencias en los túneles “con posterioridad al desarrollo de las obras”.

El asunto está en manos de los tribunales. El Gobierno madrileño reclama a Dragados nada menos que 20 millones de euros porque esta empresa – propiedad de Florentino Pérez- no tomó precauciones y no completó todos los estudios que en su momento deberían haberse realizado.

“Los lunes, todos acertaríamos la quiniela del domingo”

Con esa frase, el director general de Carreteras e Infraestructuras, Rodrigo Trigueros justificó que ellos no pudieron prever lo que supondría haber variado la trazada inicial para ejecutar la ampliación de la línea 7b. Trigueros dejó helados a los diputados que asistieron a su comparecencia en la Comisión de Transportes, en abril de 2017 donde aseguró “ahora todos nos rasgamos las vestiduras”, pero “ningún grupo parlamentario se opuso a aquella ampliación”.

Rodrigo Trigueros culminó su comparecencia reconociendo que ese tramo del Metro “nos está costando un dinero a todos los madrileños, pero esperemos que cada vez sea menor este dinero y que luego sea un mal recuerdo de un incidente que se produjo en una línea de metro de la Comunidad de Madrid”.

Trigueros reconoció que desde la inauguración de la línea 7B en 2007, se registraron “595 incidencias por avería de tren, 144 por avería de instalaciones fijas y 547 incidencias de la explotación. Desde el 3 de diciembre hasta el día de hoy se han producido 34 incidencias, de las cuales 19 corresponden a averías en trenes, 4 a instalaciones fijas y 10 en incidencias de la explotación”.

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